El PER, también conocido como P/E ratio, Price-to-Earnings ratio o ratio Precio-Beneficio es sin duda el ratio más utilizado en la valoración relativa de acciones. No obstante, es necesario utilizarlo con una serie de precauciones para no caer en trampas de valor que puedan hacernos perder mucho dinero. En este artículo analizaremos el ratio PER, su cálculo, su significado, cómo utilizarlo y las ventajas e inconvenientes de su utilización en el análisis fundamental.
Aprende sobre inversión en Bolsa con mi curso gratuito
33.945 alumnos lo han realizado y ya gestionan sus ahorros de forma autónoma y segura.
Tabla de contenido
Cálculo del ratio PER
El cálculo del ratio PER es tremendamente fácil. Simplemente hay que dividir la capitalización bursátil de la compañía entre su beneficio neto.
PER = Capitalización bursátil / Beneficio Neto
Como la capitalización bursátil es igual al precio por acción multiplicado por el número de acciones y el beneficio neto es igual al beneficio por acción multiplicado por el número de acciones, el PER también se puede simplificar de la siguiente manera:
PER= Precio por acción / Beneficio Neto por acción
Como podéis ver, el cálculo es lo más simple del mundo. Además, es común que el PER ya venga calculado de forma automática en la mayoría de webs de información financiera.
¿Qué significado tiene el PER?
El PER muestra el número de años de beneficios que necesita una empresa para recuperar el dinero invertido en la compra de sus acciones si el beneficio por acción fuese constante. Veámoslo con un ejemplo.
Supongamos que las acciones de una compañía cotizan a 70 euros por acción y su beneficio neto por acción es de 10 euros. Su PER sería de 7, que es el resultado de dividir 70 entre 10. Si la empresa mantuviese el beneficio neto constante a 10 euros por acción, tardaría 7 años en producir los beneficios necesarios para cubrir el dinero invertido en la adquisición de sus acciones.
¿Cómo utilizar el ratio PER?
Como el resto de ratios bursátiles, el PER debe utilizarse de forma comparativa. La pregunta que os debéis hacer es: ¿con qué lo debemos comparar?
- Con el PER medio histórico del mercado, que es de aproximadamente 15 veces.
- Con el PER medio del mercado
- Con el PER medio de su sector
- Con el PER medio histórico de la acción
Es recomendable tener en cuenta todas las comparaciones. Por ejemplo, durante la burbuja puntocom, algunas acciones tecnológicas que cotizaban a un ratio PER de 75 eran consideradas baratas por algunos analistas, ya que el PER de algunas empresas comparables era de más de 200. No obstante, si comparásemos su PER con el PER medio histórico de la bolsa de 15 veces, la empresa cotizaría a un precio 5 veces superior.
Ventajas del PER
La principal ventaja de PER es que relaciona dos datos esenciales a la hora de valorar una empresa, el precio al que cotiza una acción y su beneficio neto, otorgándonos en una sola cifra una primera impresión sobre el grado de infravaloración o sobrevaloración de la empresa.
Como ya hemos visto, su cálculo es muy simple. Además, las principales webs de información financiera suelen calcular este ratio de forma automática, por lo que normalmente no tendremos ni que molestarnos en calcularlo.
Inconvenientes del PER
El PER es uno de esos ratios que son especialmente dados a llevar a engaño. Su uso está especialmente contraindicado en empresas cíclicas cuando nos encontramos en la parte alta del ciclo económico. Por ejemplo, una empresa puede tener un PER 10 en lo alto del ciclo económico y parecer “barata”, pero si la economía cae y esto le acarrea una reducción de beneficios del 50%, el PER se duplicará hasta 20, convirtiéndose en una empresa “cara”.
Otro problema es que mientras que otras cifras, como los flujos de caja, no son manipulables contablemente, el beneficio neto puede ser víctima de la manipulación contable. Y no me estoy refiriendo a nada ilegal. Por ejemplo, las amortizaciones o las depreciaciones pueden hacer que un beneficio neto sea mayor o menor en base a las elecciones del equipo gestor.
Por último, no hay que olvidar que el ratio PER no es una bola de cristal. Es importante tener en cuenta que nunca se deben comprar acciones basándose únicamente en el PER, ya que podríamos caer en las llamadas trampas de valor (empresas que parecen baratas pero que en realidad no lo están, de las que ya os hablaré otro día). Es imprescindible combinar siempre el análisis financiero con un análisis competitivo para determinar si la empresa en la que tenemos la intención de invertir cuenta con ventajas competitivas sostenibles para poder mantener su posición en el mercado que le permita mantener o incluso aumentar sus beneficios a largo plazo.