Todos los inversores cometemos errores. Es inevitable. Una característica común de todos los grandes inversores es que no ignoran los errores, sino que los analizan y se esfuerzan en aprender de ellos para evitar cometer otros similares en el futuro. En este artículo explicaré brevemente mis 4 errores de inversión de 2.014. También os animo a compartir los errores de inversión que habéis cometido para que podamos entre todos aprender de ellos.
Tabla de contenido
Gowex, una estafa en toda regla
El caso Gowex ha sido posiblemente el más mediático de la bolsa española del 2.014. Fue un jarro de agua fría para muchos inversores el ver como una de las empresas de referencia en el Mercado Alternativo Bursátil no era más que humo. En esta estafa, muchos inversores, entre los que me encuentro, fuimos engañados.
Paradójicamente, la inversión en Gowex me hizo ganar bastante dinero este año gracias a que vendí la mayor parte de mis acciones de esta compañía por considerarla sobrevalorada. Al comprar, acciones a 4,75 y vender 2/3 de mi posición a algo más de 20€ por acción, la rentabilidad de esta operación ha superado el 200% en pocos meses a pesar de que perder un tercio de la inversión.
Que esta rentabilidad no os confunda, el hecho de ganar dinero con Gowex no quita que haya sido un grave error de inversión. He ganado mucho, pero también podría haber pedido.
Para saber más sobre el tema, os recomiendo estos dos artículos que publiqué en el blog:
- 8 lecciones que debemos aprender de la estafa de Gowex
- 22 artículos recomendados para entender mejor el caso Gowex
Tesco, volviendo a caer en el fraude contable
Cuando invertí en Tesco, fui consciente de que lo estaba haciendo en una empresa que estaba viviendo una situación complicada. En mi decisión partí de 3 premisas:
- Los problemas de la empresa eran coyunturales, no estructurales.
- La empresa cuenta con un valor patrimonial que ofrecía un colchón importante en el caso de que todo saliera mal.
- La relación rentabilidad/riesgo era interesante, ofreciendo un margen de seguridad suficiente.
El problema de Tesco fue similar al de Gowex, aunque de mucha menor gravedad. Para entender lo sucedido, comparto con vosotros la reflexión de Bestinver en su carta a los inversores del 4º trimestre de 2014:
Con casi toda probabilidad Tesco ha sido un error de inversión. En nuestro análisis inicial, entendimos que la compañía estaba haciendo frente a varios retos, entre los que destacan la fuerte presión competitiva de los hard discounters (Aldi y Lidl) en el Reino Unido, la necesidad de mejorar su nivel de servicio en tienda, la relativa fatiga del formato hiper generalizada en varios países, y la reorientación de su presencia internacional, especialmente en países como EEUU, China o Polonia.
Por el contrario, también pensamos que cuenta con importantes fortalezas, como son su sólida implantación en Reino Unido, con una posición de liderazgo incluyendo también el canal online y el formato de conveniencia, y un fuerte respaldo en forma de propiedad inmobiliaria cuyo valor de mercado estimado pensamos que no es muy inferior al valor total de cotización.
Sin embargo, en los últimos meses se ha demostrado que algunos de los problemas eran más graves de lo que creíamos, como refleja la reciente aceleración en la caída de ventas comparables, que ha culminado con el cambio en bloque de toda la cúpula directiva. Ya bajo la nueva dirección, la compañía reconoció haber estado usando hipótesis contables agresivas que exageraban el beneficio publicado, lo que ha provocado que Tesco se haya convertido definitivamente en una compañía a evitar por la gran mayoría de inversores.
Tras una caída en la cotización de 43% en el último año y un nuevo equipo directivo, hemos querido aproximarnos a la tesis de inversión de la forma más objetiva posible, añadiendo una gran dosis de prudencia en nuestras hipótesis. Y a los precios actuales nos resulta difícil ver mucho riesgo de sufrir pérdidas adicionales con carácter permanente.
Coincido con la reflexión de Bestinver. También considero que ahora Tesco puede ser una buena oportunidad a estos precios, por lo que mantengo mi inversión. El tiempo me dará o quitará la razón.
Zinkia, un caso claro de mala gestión
Zinkia es la empresa que, entre otros dibujos productos menos conocidos, es dueña de Pocoyo. Cuando decidí invertir en Zinkia, también era consciente de que estaba viviendo momentos difíciles. La empresa estaba viviendo problemas financieros, aunque su principal producto, Pocoyo, era un gran éxito entre los más jóvenes de todo el mundo.
Con Zinkia estamos ante una empresa que cuenta con un gran activo como es Pocoyo, pero con una directiva incapaz de encontrar soluciones para rentabilizarlo. El problema fue que confié en que la misma directiva que lo había hecho mal sería capaz de solucionar los problemas de la empresa. Sin duda, me equivoqué.
Tras leer los planes y las proyecciones de Zinkia, confié en que la empresa podría ser una buena inversión, aunque no exenta de riesgo. Un riesgo que decidí asumir. También barajé la posibilidad de que la empresa pudiese ser adquirida por otra capaz de rentabilizar mejor sus activos. Una posibilidad que nunca se materializó.
Mi gran acierto en mi inversión en Zinkia fue la decisión de abrir una pequeña posición y aumentarla sólo en el caso de que la compañía afianzase la recuperación que nunca llegó. Gracias a ello, el impacto de esta mala inversión en Zinkia ha sido muy pequeño.
Gazprom, un escenario inesperado
Otra de las inversiones menos rentables del año ha sido Gazprom, la todopoderosa empresa energética rusa.
Yo era consciente de que la empresa y Rusia en general estaban viviendo una situación difícil. El conflicto entre Rusia y occidente por la situación en Ucrania estaba teniendo consecuencias como sanciones económicas que, sin duda, tendrían efectos negativos en la economía y la bolsa rusa a corto plazo.
Además, era consciente de que la forma de gestionar la compañía no estaba enfocada en crear valor para los accionistas, sino que más bien éste era un objetivo secundario. Sin duda, el objetivo de los gestores de Gazprom era servir a los intereses del gobierno ruso, y ello tenía consecuencias negativas para la rentabilidad de la empresa.
¿Qué era lo mejor de Gazprom? Sin duda, el precio. Los ratios bursátiles a los que cotizaba y cotiza Gazprom eran bajísimos, inimaginables en otras partes del mundo, con un PER de 3 veces beneficios y un ratio Precio-Valor Contable de 0,3.
Mi hipótesis era que la empresa debería estar cotizando a unos ratios bastante superiores, que se acabarían corrigiendo a medio plazo tras el fin de las tensiones militares en la zona. Además, si la forma de ser gestionada cambiara, podría estar ante una oportunidad de inversión única.
¿Qué sucedió? Un escenario que no había barajado en mi análisis. A los problemas que ya tenía la empresa se le sumó otro muy importante, la caída en picado de los precios del petróleo. Esta caída era de especial importancia, ya que el coste de extraer el petróleo ruso es muy superior al de extraerlo, por ejemplo, en el desierto. Por lo tanto, muchos de los yacimientos de Gazprom han dejado de ser rentables, disminuyendo por lo tanto el valor intrínseco de la compañía.
Y vosotros, ¿habéis tenido errores de inversión este año?
Ahora es vuestro turno.
Os animo a compartir vuestros errores de inversión con los demás lectores, para que podamos entre todos aprender de ellos.
¡Espero vuestros comentarios!