Como norma general, a los seres humanos nos gusta leer o escuchar opiniones que son iguales a las nuestras. Esta es la razón por la que solemos leer prensa que comparte nuestra ideología política y por la que nos gusta estar rodeados por gente que comparte nuestros gustos, valores y puntos de vista. El problema es que esta tendencia del ser humano puede afectar nuestro pensamiento crítico al caer en el llamado sesgo de confirmación. En este artículo veremos en qué consiste este prejuicio cognitivo, unos ejemplos y consejos para evitar caer en el sesgo de confirmación.
Aprende sobre inversión en Bolsa con mi curso gratuito
33.945 alumnos lo han realizado y ya gestionan sus ahorros de forma autónoma y segura.
Tabla de contenido
¿Qué es el sesgo de confirmación?
El sesgo de confirmación es la tendencia a dar un mayor valor a las ideas u opiniones que confirman nuestras propias ideas u opiniones. En muchos casos el sesgo de confirmación lleva a ignorar completamente las ideas contrarias a las propias, haciendo que sólo tengamos un punto de vista.
Ejemplos de sesgo de confirmación
Un ejemplo de sesgo de confirmación en el que pueden caer los inversores es buscar opiniones en prensa, blogs y foros que confirmen sus ideas de inversión, ignorando los comentarios que opinan de forma diferente.
Otro ejemplo puede ser el de analizar los resultados de la compañía de forma especialmente optimista. Por ejemplo, pensar que la compañía evoluciona bien sólo por aumentar sus ventas, a pesar del aumento de su endeudamiento y la caída de sus beneficios y sus flujos de caja.
Consejos para evitar caer en el sesgo de confirmación
La mejor forma de evitar el sesgo de confirmación es intentar analizar de forma objetiva y cuidadosa las opiniones contrarias a la nuestra. Por lo menos, aunque sea difícil tener estas opiniones en cuenta de una manera totalmente objetiva, es esencial como mínimo prestar atención a estas opiniones y no ignorarlas como suele suceder. Si los argumentos contrarios son lógicos y tienen sentido, posiblemente consigamos evitar razonamientos erróneos y caer en este prejuicio cognitivo.
Otra forma de evitar el sesgo de confirmación es intentar analizar nuestras creencias desde un punto de vista contrario, intentando argumentar como si pensáramos de forma opuesta. En otras palabras, actuar de “abogado del diablo”. Este método es ideal para comprobar la fortaleza de nuestro razonamiento e identificar sus principales debilidades.