André Kostolany es el prototipo de inversor cosmopolita del siglo XX hecho a sí mismo. En este artículo haremos un repaso sobre su vida personal, su historia como inversor y su exitoso estilo de inversión, aderezado con algunas de las más famosas frases célebres de este mediático inversor.
Tabla de contenido
Vida de André Kostolany
André Kostolany nació en 1.906 en Budapest, perteneciente al imperio Austro-Húngaro. Aunque estudió filosofía e historia del arte y su deseo era ser pianista, su padre lo envió a trabajar a París como agente de bolsa. Tuvo que huir a los Estados Unidos en 1.940 tras la ocupación nazi de Francia debido a su ascendencia judía. Pasó la mayor parte de su vida en Francia y Alemania.
Es conocido mundialmente no sólo por su faceta como inversor, sino también como divulgador. Trabajó como columnista en los medios alemanes Capital y Der Spiegel, fue ponente en muchos seminarios y conferencias y también autor de 13 libros de economía e inversión. En esta faceta divulgadora siempre se caracterizó por su forma de enseñar simple y amena de temas complejos.
Fue aficionado a la buena vida. Fue coleccionista de arte, un espectador asiduo en espectáculos de ópera y música clásica. Era común verlo cenando en los mejores restaurantes y en fiestas de la alta sociedad de la costa azul francesa.
Es posible que muchos lo recordemos por este anuncio del Audi A8.
Falleció en París en 1.999 a la edad de 93 años.
Historia como inversor de Kostolany
Su primer día como inversor, en 1.924, aprendió de un anciano parisino una lección que no olvidaría.
“Esto funciona así” – le dijo el anciano – “todo depende de una cosa: si hay más papel que tontos o más tontos que papel”.
Esta lección, que le ayudó a saber cómo actuar en momentos de euforia y pánico bursátil, le acompañaría el resto de su vida.
Kostolany consiguió ganar bastante con sus inversiones durante el crack del 29, ya que había apostado por la caída de las bolsas. No obstante, se acabaría arrepintiendo de invertir a la baja, tras el suicidio en 1.932 del empresario sueco Ivar Kreuger, dueño de la empresa “Fósforos Kreuger”, contra la que había apostado fuertemente. André se sintió en parte responsable de esta muerte, por lo que no volvería a invertir a la baja en su vida.
Tras 10 años de estancia en EEUU, volvió a Europa e invirtió en la Alemania de postguerra, logrando una gran fortuna gracias al boom económico vivido por este país en los años 50 y 60.
Siempre se consideró a sí mismo un especulador, aunque, si analizamos su estilo, podemos ver que encaja mucho mejor en la definición de “inversor” que en la de especulador.
Durante los años siguientes siguió invirtiendo en empresas a lo largo del mundo, consolidando su fortuna hasta poco antes de su muerte.
El estilo de inversión de André Kostolany
En mi opinión, el estilo de inversión de André Kostolany tiene muchos rasgos del value investing. No obstante, no es una value investing académico como el que podemos tener los discípulos de Benjamin Graham, sino un estilo “sui generis” caracterizado por su análisis lógico y frío de las inversiones combinado con sus conocimientos sobre psicología de masas. Yo creo que Kostolany no era un especulador, sino un inversor value con un estilo muy propio, aunque él no fuese consciente de ello.
“No hay que pensar si las cotizaciones subirán mañana o pasado mañana, sino en todo lo que puede venir en los próximos años”
También supo entender la irracionalidad del mercado a corto y medio plazo, lo que posibilita obtener una gran rentabilidad a largo plazo. Parece que llegó a la misma conclusión que Graham sin leer “el inversor inteligente” y su “alegoría de Mister Market”, que analizamos hace poco.
“Considero un desatino sacar conclusiones determinantes de la observación de diferentes formas de curva de los gráficos, sea cual sea el nombre que las denomine: “platillo”, “hombro-cabeza-hombro”, etc.”
“He conocido en mi vida a cientos de jugadores que negociaban en base a sistemas (de trading), pero no he conocido a ninguno que al final no perdiera todo su dinero”.
Como vemos, Kostolany fue basante crítico con el análisis técnico y el trading, aunque en mi opinión no lo suficiente. Él recomienda no actuar contra la tendencia, aunque si observamos su comportamiento podemos ver que no fue precisamente lo que hizo él durante su carrera. De hecho, podemos llegar a la conclusión que actuar contra la tendencia fue lo que más ayudó a forjar la leyenda de este inversor que a día de hoy todavía perdura.